Qué tipo de tasa de interés conviene más para un crédito hipotecario
Una de las decisiones que debes tomar a la hora de solicitar un crédito hipotecario es el tipo de tasa de interés, la cual te permitirá calcular el costo total del crédito y que corresponde al monto adicional que deberás pagarle al banco por el dinero que te preste.
Existen tres opciones de tasa: fija, variable o mixta y dependerá de varios factores, la que más te convenga.
Si aún no conoces cuál es la diferencia entre cada una de ellas, aquí te explicaremos en qué consisten. Así podrás tomar la mejor decisión a la hora de pedir tu crédito hipotecario.
Tasa de interés fija
Este tipo de tasa de interés no cambia durante todo el período por el que se solicita el crédito hipotecario. Por esta razón, es la que presenta menor riesgo, pues si existen períodos inestables en la economía, esta tasa se mantendrá invariable.
El único indicador que afectará el monto del dividendo, será la variación que presente la UF, ya que los créditos hipotecarios se pactan en esta unidad.
Si hay un contexto de tasas bajas y tienes un perfil que no le gusta tomar riesgos, ésta será la tasa ideal para ti.
Tasa de interés variable
A diferencia de la tasa fija, la tasa de interés variable no es constante, va cambiando según índices como la Tasa Activa Bancaria (TAB). Este es un margen que usan las instituciones financieras para cubrir los gastos por prestarnos dinero.
Esta cifra se calculará cada seis meses o de forma anual, lo cual afectará el valor del dividendo. La ventaja de esta tasa es que la banca, generalmente, ofrece una tasa muy baja durante los primeros años, lo que te permitirá pagar un menor dividendo durante ese período.
Aunque si las condiciones económicas son desfavorables en el futuro, tu crédito podría aumentar considerablemente.
Si bien esta tasa te puede dar mayor acceso a financiamiento, presenta un costo financiero mayor a las otras alternativas.
Tasa de interés mixta
Finalmente, existe la tasa de interés mixta, que es una combinación de las dos anteriores. En los primeros años, el crédito mantiene una tasa fija y luego comienza a operar una tasa variable.
La ventaja de este tipo de tasa es que durante los primeros años, que puede variar de 5 a 7 aproximadamente, tendrás una tasa más baja, lo cual te permitirá pagar un menor dividendo durante ese período.
En conclusión
Te recomendamos que antes de tomar la decisión sobre el tipo de tasa que vas a elegir, cotices en diferentes instituciones financieras y compares cuál te ofrece la más baja.
Además, te recordamos que los bancos no son los únicos que realizan este tipo de préstamos, también puedes solicitar un crédito hipotecario en mutuarias.
Por último, ten en cuenta que siempre tendrás la posibilidad de repactar la tasa, en el caso de que las condiciones del mercado mejoren, gracias a la portabilidad financiera.
Y si aún no tienes clara la propiedad que buscas, revísala aquí.